Nomenclatura

Para nombrar a las especies se utiliza el sistema de nomenclatura binomial, instaurado por Karl von Linné (1707-1778, Carlos Linnaeus en las obras latinas y Carlos Linneo para los amigos españoles). Linneo publicó este método para nombrar las plantas en su obra Species Plantarum (1753).

Para clasificar las plantas se utilizan diferentes niveles jerarquizados llamados “categorías taxonómicas” que van del reino a la simple forma, pasando por numerosas categorías intermedias entre las cuales la fundamental es la especie. Por encima de la especie tenemos, por ejemplo, los géneros y las familias y por debajo las subespecies y variedades. 

Estudiando sus características morfológicas, anatómicas, bioquímicas y añadiendo los análisis genéticos, las especies que tienen un origen común se agrupan en géneros, los géneros emparentados forman familias, y así sucesivamente. 

 En sentido inverso, el análisis de la variabilidad de las especies permite separar subespecies, variedades o formas y, con frecuencia, se detectan nuevas especies que habían pasado desapercibidas en los estudios anteriores.

Para escribir los nombres de las plantas existen unas reglas...

  1. Los nombres científicos se escriben en CURSIVA.

    Ej: Lavandula stoechas

    En caso de no disponer de teclado electrónico y escribir a mano, en vez de escribir en cursiva que puede pasar desapercibido, se subraya el nombre.

    Ej. Lavandula stoechas

    La partícula que denota el rango (ej: subsp.) no se pone en cursiva.

    Ej: Quercus ilex subsp. ballota

  2. La primera letra del nombre del género se escribe MAYÚSCULA, las demás, incluida la primera letra del nombre especifico, en minúscula.

    Ej: Quercus coccifera

  3. El nombre científico (género y especie) debe ir escrito seguido del nombre del autor, pero este NO escrito en cursiva, cuando se utilice el nombre y no sea de manera oficial, para artículos, etc., puede prescindirse de él, pero siempre que sea algún artículo científico sí debe reflejarse.

    Ej: Ophrys speculum Link.

  4.  Algunas especies han sido revisadas y han sufrido un cambio en el nombre, o bien por un cambio de rango taxonómico, o porque se le incluya en otro género distinto. En estos casos se mantiene el nombre del primer autor entre parentesis, a continuación se añade el nombre del nuevo autor, pero sin parentesis.

    Ej: En primer lugar Linneo nombró una especie llamandola: Betula alnus var. glutinosa L., tras revisarlo posteriormente, Joseph Gaertner lo reubicó en otro género llamandolo: Alnus glutinosa (L.) Gaertn. Como ven, los nombres de los dos autores se conservan. El primer nombre, Betula alnus var. glutinosa L. es lo que se conoce como basiónimo.
Con estas sencillas normas ya se puede escribir un nombre científico sin error y puedes entender los nombres que leas en guías, artículos científicos, etc.
  
Algunos nombres, tras diversas revisiones de los pliegos, han sufrido un cambio de nombre, para ver cual es el aceptado se debe revisar Flora Iberica.

Romero Zarco C. & Robles Álamos J.A.